Para seguir mejorando el "Tortujardín" y sus condiciones para albergar flora y fauna autóctona, el Comité Ambiental aprobó la propuesta de hacer un observatorio faunístico en las inmediaciones de la charca. Se trata de lo que los ornitólogos denominan con el término inglés "hide". Con ello conseguimos varios objetivos, el más evidente es tener un lugar desde el que observar aves, ranas, insectos...; pero también es una forma de evitar molestias a estos mismos
animales. De hecho hacía algún tiempo que no veíamos ranas en la charca.
En su construcción participaron, sobre todo, el alumnado de 1º y 2º de ESO, dirigidos por el profesor de Educación Física y el de Ciencias Naturales y con la colaboración entusiasta de alumnado de 5º y 6º en los recreos. Aprovechamos la estructura metálica que protegía una garita meteorológica ya en desuso, la forramos con brezo y le pusimos de techo un retal de PVC que encontramos por ahí para conseguir la máxima oscuridad en su interior y evitar ser vistos desde el exterior. Para entrar sin ser vistos en el observatorio, colocamos también una pantalla de brezo a ambos lados, lo que, junto con la propia vegetación del Tortujardín, hace que no se vea desde la charca la gente que se acerca o que está en la pista polideportiva. Después tuvimos que ir imporvisando algunas soluciones para los problemas "técnicos" que iban surgiendo: tensores para los vientos de alambre que sujetaban las cavillas de hierro que soprtaban las pantallas de brezo, tela de saco para hacer visibles estos vientos sin molestar a la fauna, cierre interior y exterior tipo "tranca" tradicional...
Como complemento revisamos los nidales articifiales colocados en años anteriores y colocamos los recién construidos por el alumnado de 2º de ESO en las clases de Tecnología. Los colocamos un poco tarde (abril), por lo que no creemos que tengamos demasiado éxito este curso, pero ya los tenemos preparados para el próximo curso.
En las inmediaciones de la charca, y bien visible desde el "hide", colocamos una de estas cajas nido y, un poco más abajo, a media altura, un comedero al que proveemos con regularidad de la mixtura que se emplea para alimentar canarios y otros pájaros en cautividad. Finalmente volvimos a repoblar con algunas ranas de la rambla de Guazamara nuestra charca.
Y ahora a esperar que los animales se acostumbren a nuestro observatorio y a, con muchísima paciencia, intentar observarlos e incluso, con mucha suerte,
fotografiarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario